La obesidad se define como la presencia de una cantidad excesiva de grasa corporal, lo que significa riesgo para la salud. Es el producto de un balance calórico positivo, ya sea por medio de un elevado aporte energético o por una reducción del gasto de energía.
Para que haya balance energético, la energía que se ingiere en los alimentos debe ser igual a la que se gasta.
La energía que se ingiere es la cantidad de energía o de calorías que se obtiene de los alimentos y bebidas. La energía que se gasta es la cantidad de energía que el cuerpo usa en funciones como respirar, digerir los alimentos y mantenerse activo.
Para mantener un peso saludable, la energía que se ingiere y la que se gasta no tienen que estar exactamente balanceadas todos los días. Lo que sirve para mantener la salud es el balance a lo largo del tiempo.
- Si con el tiempo la energía que se ingiere y la energía que se gasta son iguales, el peso sigue siendo el mismo.
- Si la energía que se ingiere es mayor que la energía que se gasta, al cabo de un tiempo el peso aumenta.
- Si la energía que se gasta es mayor que la energía que se ingiere, al cabo de un tiempo el peso disminuye.
El sobrepeso y la obesidad se presentan con el paso del tiempo cuando usted ingiere más calorías que las que gasta.
Posibles Soluciones:
* La actividad física: regular, moderada a enérgica, ayuda a prevenir enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. Mientras más enérgica es la actividad física, mejores serán los beneficios. Sin embargo, incluso las actividades moderadas a intensas ayudan si se las realiza de manera regular y a largo plazo. La actividad física puede ayudar a regular el colesterol en la sangre, la diabetes y la obesidad, y a disminuir la presión arterial en algunas personas.
La actividad física regular reduce el riesgo de enfermedad del corazón, ayuda a reducir o manejar otros factores de riesgo como presión arterial alta, colesterol en elevado, exceso de peso y diabetes.
*Tener objetivos y proponerte lo.
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